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Entendiendo el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia. Se estima que afecta entre el 5% y el 7% de los niños en edad escolar. Sus síntomas principales son la inatención, la hiperactividad y la impulsividad.

Recientemente, la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó nuevas pautas para el diagnóstico y tratamiento del TDAH. Estas recomendaciones buscan guiar a los médicos de atención primaria, así como a padres y educadores, sobre cómo identificar y manejar este trastorno de la mejor manera.

¿Cuáles son los síntomas más comunes del TDAH en los niños?

Los síntomas más comunes del TDAH son:

  • Inatención: dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas, parecer no escuchar cuando se le habla, dificultad para seguir instrucciones, evitar tareas que requieran esfuerzo mental sostenido, distraerse fácilmente, etc.
  • Hiperactividad: inquietud excesiva, actuar como si tuviera un motor interno, hablar en exceso, dificultad para permanecer sentado, correr o trepar en situaciones inapropiadas, dificultad para jugar tranquilo, etc.
  • Impulsividad: dificultad para esperar turnos, interrumpir conversaciones o juegos de otros, dificultades para controlar reacciones emocionales inmediatas, actuar sin pensar en las consecuencias, etc.

Estos síntomas deben presentarse antes de los 12 años, persistir por al menos 6 meses y provocar dificultades significativas en al menos dos ámbitos de la vida del niño (escuela, casa, relaciones sociales). Además, deben ser inapropiados para su nivel de desarrollo.

En niñas el TDAH puede manifestarse más comúnmente con síntomas de inatención y menos hiperactividad notoria. Es importante detectarlo para poder realizar intervenciones tempranas que mejoren su funcionamiento académico, conductual y socioemocional.

Diagnóstico del TDAH

  • El primer paso es la evaluación inicial por parte del pediatra ante señales de dificultades académicas, conductuales o sociales que sugieran TDAH. Preguntar directamente a los padres sobre estos síntomas es clave.
  • El diagnóstico debe basarse en los criterios del DSM-5, que requiere presencia persistente de inatención y/o hiperactividad/impulsividad que afecte negativamente la vida del niño durante al menos 6 meses.
  • Es necesario obtener información de padres y profesores sobre la presencia de síntomas en diferentes entornos, su inicio, duración y grado de discapacidad que generan.
  • Se debe evaluar también la presencia de trastornos comórbidos, como las dificultades de aprendizaje, la ansiedad, la depresión o la agresividad. Hasta un 30% de niños con TDAH presentan alguno de estos problemas.

Tratamiento

  • El TDAH debe abordarse como un trastorno crónico, con educación a la familia y seguimiento a largo plazo para monitorizar la evolución.
  • Es clave establecer objetivos terapéuticos específicos junto con padres, docentes y los propios menores afectados, enfocados en áreas deficitarias como el desempeño académico o relaciones sociales.
  • Las opciones de primera línea según la evidencia son la psicoeducación, la terapia conductual y la prescripción de medicamentos.
  • Es necesario un seguimiento periódico para monitorizar la consecución de objetivos, los efectos adversos y ajustar el plan según la evolución del niño.

La AAP enfatiza la necesidad de más investigación sobre tratamientos a largo plazo y resultados en la edad adulta. Aunque los síntomas de hiperactividad/impulsividad suelen disminuir en la adolescencia, la inatención se mantiene siendo un desafío académico y laboral. Un abordaje temprano, integral y multimodal es clave para un adecuado manejo del TDAH.

En Sentia podemos ayudarte a que tu hijo/a afronte este problema. No dudes en consultarnos si tienes alguna duda.

 

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